No nos lo creíamos, al enterarnos de que nos habías dejado, no podíamos entenderlo. Estabas bien de salud, de mente y de espíritu; compartíamos contigo los momentos en que nos encontrábamos, por razones muy diversas. Tu hablar pausado siempre era tranquilizante y cercano. Un fatal accidente nos ha dejado sin ti, sin tu sosiego, escucha y ayuda para compren
der nuestros problemas. Nos has dejado
antes de tiempo, repitiendo lo que he oído hoy: estabas como una rosa. Cuidándote y cuidando. Te recordaremos y te echaremos en falta. Siempre en nuestros corazones.
Una pena
Mucho Animo Familia